En nuestro medio, el Centro de la ciudad es la zona donde se efectuaron los primeros asentamientos entre los siglos XVIII y XIX, los cuales contemplaban un mosaico de usos distintos predominando en un comienzo el habitacional y dotado de los servicios de oficinas de gobierno municipal y estatal, mercados, comercios, servicios médicos y hospitalarios, escuelas, iglesias, museos, parques y áreas ajardinadas, bancos, teatros, etc.. Es por ello que éstas zonas dotan de “identidad histórica” a nuestras actuales ciudades, ya que muchos de los edificios y construcciones aún conservan la arquitectura de ésa época, además incorporan una herencia de las actuales generaciones por la historia de los acontecimientos que allí se realizaron (desfiles, actividades políticas, acontecimientos sociales ó culturales, etc.).
Fotografía:
www.prensalibre.comEn los últimos 40 años el uso del vehículo aumentó considerablemente, lo cual influyó en el crecimiento de la mancha urbana de las ciudades hacia la periferia alejándose del Centro, con la apertura de nuevas vialidades y zonas habitacionales, comerciales y de servicios, abriendo las puertas al desarrollo económico de las ciudades ofreciendo nuevos fraccionamientos, áreas comerciales modernas y zonas de servicios con infraestructura vial y urbana suficiente para las expectativas de ése momento. Es por esto que se presenta una migración de la población asentada en zonas de uso habitacional del Centro de la ciudad hacia nuevas colonias ó fraccionamientos, la mayoría de las veces motivada por el cambio del colegio de los hijos al buscar nuevas y mejores opciones ó avanzar en los grados de educación, también por cambio del lugar de trabajo de los padres, ó simplemente por ir ascendiendo en la escala socio-económica al adquirir un inmueble con mayor plusvalía y buscando condiciones que mejoren la calidad de vida en zonas de menor concentración de tránsito vehicular, menor índice de contaminación con mayores áreas verdes, cercanas a lugares de Recreación Deportivo ó Cultural, etc..
Al ocurrir éste fenómeno migratorio urbano, el Centro de las ciudades se convierte en zona comercial, ya que al quedar desocupado el Inmueble se recurre al arrendamiento para poder obtener un rendimiento de la inversión inmobiliaria, y a su vez ésta práctica va girando el uso hacia la ocupación comercial. Así mismo las oficinas gubernamentales y de servicios públicos van descentralizándose, buscando un desahogo de los congestionamientos viales y de transporte público que han sido generados por su operación en estos sitios.
Improvisación del uso comercial y el abandono de las segundas plantas Centro Villahermosa, Tab.; fotografía: forumskyscraperpage.com
Durante éste proceso llega el momento en que existe la desocupación permanente de los inmuebles ó el cierre comercial en el horario nocturno, lo cual provoca condiciones de abandono y deterioro, tanto en el aspecto público como en el privado, desencadenando una serie de problemas como:
· Aumento desmedido en la intensidad del tráfico vehicular y peatonal, agravado por que las vialidades ya son obsoletas en su capacidad vial y peatonal, debido a ausencia de planeación.
· Problemas en el sistema de transporte público que se torna insuficiente y contribuye al punto anterior.
· Inseguridad de la zona con problemas de delincuencia, alcoholismo, drogadicción y prostitución.
Congestionamiento vial en centro de Valencia, España; fotografía www.elpais.com
En éstas condiciones el sector comercial comienza a emigrar hacia nuevas zonas de la ciudad, ya que el Centro deja de ser lucrativo para éste, al perder su atractivo recreativo y turístico; Además de que al prevalecer el abandono las construcciones se deterioran devaluando la imagen arquitectónica y la identidad histórica de la zona, quedando en desventaja respecto a los grandes y modernos centros comerciales.
En éste contexto existen algunas acciones que se pueden implementar como estrategias de revitalización del Centro de la Ciudad, las cuales fueron obtenidas y se mencionan a continuación:
Reforzar el aspecto céntrico del Lugar
· Fomentando la renovación de las construcciones antiguas, enfocada a la preservación histórica forzando que conserven su estilo arquitectónico original (por ejemplo a través de instrumentos financieros blandos, que condicionen la prestación a ciertas normas de diseño preestablecidas).
· Manteniendo la funcionalidad de las avenidas principales y articulando el flujo eficiente de la población en base a 4 principios:
1. Ordenar los sitios de interés del Centro.
2. Diseño realzando la calidad visual y el ambiente Urbano.
3. Implementar campañas de promoción publicitaria y marketing.
4. Reestructuración y diversificación económica.
· Implementando obras y equipamiento peatonales con caminos ajardinados, puentes, arboles, etc., ya que el carácter del Centro de las ciudades se percibe mejor recorriéndolo a pie.
· Desarrollando terrenos ribereños de cuerpos de agua existentes en la zona, dando lugar a recorridos por parques lineales, puentes peatonales y lugares abiertos en la cercanía de edificios.
Fotografías:
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Generadores de gran actividad
· Cuando la iniciativa de desarrollo del centro es detonada por proyectos a gran escala que provocan un gran flujo de visitantes a la zona, tales como grandes edificios de oficinas, arenas, estadios deportivos, así como centros comerciales y de convenciones.
Funciones complementarias del Centro
· Ampliar y eficientar la multifuncionalidad del Centro, buscando llevar más residentes y visitantes, éstos últimos especialmente en las horas y días en que no los hay, incluyendo actividades turísticas, hoteles, centros nocturnos, cines, teatros, zonas de residencias para profesionistas solteros ó en pareja y sin hijos, residencias para jubilados, etc.; y disribuyendo éstas funciones adecuadamente en la totalidad de la cobertura del Centro.
Fotografía:
www.conexiondigital.comMejoras del sistema de transporte
· Las vías de acceso y el estacionamiento son aspectos complementarios de cualquier medida que se tome para revitalizar el Centro; Habrá que implementar ó mejorar el sistema de transporte existente, construir espacios abiertos ajardinados para la circulación peatonal, optimizar la circulación vial estudiando los mejores sentidos de las calles y dotar de suficientes cajones de estacionamiento habilitando edificios para ello.
Las anteriores son algunas de las más importantes medidas que se pueden tomar para la revitalización del Centro de ciudades grandes y pequeñas.
Referencia Bibliográfica:
Robertson, K. A. (1999). Can Small-City Downtowns Remain Viable? A National Study of Development Issues and Strategies. Journal of the American Planning Association 65 no3 270-83